viernes, 7 de diciembre de 2007

Gracias por la magia Baudelaire





Los Gatos ( en este caso las mías)


Los amantes fervientes y los sabios austeros
en su tiempo en sazón aman siempre a los gatos,
por ser fuertes y suaves, de su casa el orgullo,
frioleros como ellos, y también sedentarios.

Les atrae la ciencia y el placer voluptuoso,
andan tras el silencio y un horror de tinieblas;
del Erebo serían los corceles siniestros
si su orgullo pudiera someterse a algún yugo.

Pensativos, adoptan actitudes muy nobles
como esfinges tendidas en total soledad,
que parecen dormir en un sueño sin fin;

hay centellas de magia en sus flancos fecundos,
y partículas de oro, como arena finísima,
vagamente constelan sus pupilas de místicos.

Charles Baudelaire



Estas son mis gatas. La siamesa se llama Frida, y como su nombre lo indica, es la que tiene personalidad, la que se enoja, la que llegó primero y disfrutaba de todas las comodidades, la que hace capricho, la gruñona. Así todo la acepto como es, creo que a los animales hay que aceptarlos como son, no como nos gustaría que sean( lo mismo debe pasar con los hijos supongo). Se sabe bella y es orgullosa. Tiene sus días, no siempre está de malhumor. Ven esos ojitos juguetones y traviesos que se ven dentro de la caja, esa es Lisa, una gata callejera color gris con vivos rosados;mimosa y quilombera, está siempre agarrando moscas, polillas, cucarachas ( a veces las deja medio tontas y me las trae a donde yo estoy, como si fuera un trofeo...pese a el asco que les tengo a las cucarachas, no la puedo retar, es algo atávico para ella). Lisa es la que se escapa, la que cruza la medianera, a veces escucho un maullido feo y al rato la veo entrar como bala...andá a saber lo que habrá hecho.
Si bien al principio, Frida le hizo pagar el derecho de piso a Lisa, ahora son culo y calzón, es difícil ver a una sin que esté cerca la otra o que aparezca al rato.
Otro día les cuento más...

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