lunes, 25 de agosto de 2008

Gracias por la magia Pedro


Nadie habla de Pedro Aznar. Está bien que nadie hable de Pedro Aznar, si todos hablaran de él, yo no lo hubiese podido ver este sábado en el pintoresco teatro Roma en Avellaneda (quiero decir, tocaría en lugares más grandes). Es raro igual que nadie hable de Pedro, tocó con Serú Girán (¿La mejor banda argentina?), después se fue de gira con Pat Metheny, volvió e hizo dos discos maravillosos con Charly, luego una impecable carrera como solista. Fui casi de casualidad, pero a veces las casualidades llegan con buenos augurios.
Me gusta cada vez menos ir a ver recitales a estadios, este año Dylan en Velez fue la excepción, pero bueno, mi relación con Dylan merece un post aparte. Sí me gusta mucho ir a teatros, pero de todos los años que llevo yendo al Rex por ejemplo, nunca pude ir a la planta baja, siempre termino casi pegado a las filas de arriba de todo, este año Djavan no fue la excepción. Quizá por eso este sábado Pedro estuvo tan bueno, lo tenía a quince metros, como si estuviera tocando en el fondo de mi casa.
Me gusta mucho ver a muchos tipos en un escenario tocando muchos instrumentos (es una perogrullada lo que estoy diciendo, generalmente cuando vamos a ver una banda, es eso, muchos tipos tocando juntos), pero a veces prefiero escuchar una voz y un sólo instrumento, como se dio este sábado; Pedro y su eléctrica o acústica, Pedro y su guitarra de doce cuerdas, Pedro y su bajo (y como lo toca, mamita).
El recital estuvo increíble, seguimos con las casualidades, el segundo tema fue una versión castellanizada de Amelia de Joni Mitchell, un tema bellísimo de una mujer que estoy escuchando mucho últimamente, hizo una versión comparable a la original: “…Amelia…es sólo una falsa alarma más”, me erizó la piel este tema.Tocó sus clásicos: Fotos de Tokio, A primera vista, Amor de juventud, mezclados con otros clásicos como Credulidad de Spinetta, Media Verónica de Calamaro, otro de Atahualpa, entre muchos más, entre ellos, la musicalización del poema de Borges: “A un gato”.
Todo lo que empieza termina, terminó el recital, lo llamamos con aplausos, salió, hizo dos temas más, se fue, lo volvimos a llamar con aplausos, volvió a salir, y acá viene lo mejor, la frutilla del postre, se sentó en el borde del escenario tipo indio, el teatro es chiquito, y como estaba Pedro sentado, parecía que estábamos en un fogón. Cantó a capella Junk de Paul McCartney y se despidió con Love de Lennon “…Love is real…real is love”.
Esta bien que nadie hable de Pedro Aznar, si fuera de otra manera, me hubiese perdido uno de los mejores recitales que fui a ver este año. Gracias Pedro.

5 comentarios:

huellas compartidas dijo...

Me está pasando con algunos artistas... que si fueran conocidos, no podría disfrutar de sus shows como vos disfrutaste el de Pedro...
Suena egoísta... pero bueno, a veces sucede...
Que estes bien...
Saluties

huellas compartidas dijo...

Hola...
Espero que todo este bien por estos lados... y que la revolución de flores esté inundando tu mundo...
Saluditos

Anónimo dijo...

muchas gracias a vos, mati

Anónimo dijo...

y tocó el Alas, también un gran banda...

Ana dijo...

Estuve en el Teatro Roma, aquella noche Pedro también tocó, cantó, y me atravesó el alma.
Suele pasar, que algunos pocos artistas tienen esa capacidad de contarte mil historias, ahogarte en sentimiento, todo en dos horita... poco mas.
Saludos!